Un amor platónico, una persona agradable, una suave piel, una bella sonrisa, un simple gesto, un cuerpo despampanante, un acto valiente, un beso fulminante, un perfume que te seduce, una mirada penetrante, una voz angelical y muchos más motivos, que te hacen estremecerte de deseo en ciertos momentos, haciéndote perder la inocencia y dejando llevar a tu cuerpo, por el laberinto de un sin fin de placeres llamado más comúnmente como "Deseo".
Entendemos todos que el deseo es el anhelo de saciar un gusto. Un dato curioso, es que la palabra deseo tiene sus raíces en el latín. Realmente la palabra latina que envuelve su significado es 'cupiditas'. Os suena ¿verdad? En efecto de ahí proviene el nombre del Dios del deseo y del amor, 'Cupido'.
Hay momentos en la vida en los que no sabes porque ocurren ciertas cosas. Como es salir una noche en compañía de tu pareja o una amiga y que cuando vayas a pedir, una chica no más espectacular que ella, te hable con una voz dulce preguntando "¿perdona vienes solo?" y tu al mirarla, oler su suave perfume, y notar sus dedos sobre tu hombro, no tengas ganas de decirle..."es una pena, pero no". Hay trenes que pasan, hay momentos que no olvidas, en las que una simple mirada te hicieron enloquecer aunque fuere por un segundo y tuviste ganas de decirle a esa persona..."si vengo solo, estaba esperando a un ángel y has llegado tú".
Hoy día, todos quieren ser como esos chicos y chicas que salen en las películas. Se quieren parecer a un Brad Pitt desaliñado y musculoso, a una Scarlett Johansson con labios exuberantes, a un lobo sacado de una saga de vampiros llamado Taylor Lautner, y a un sin fin de actores que en tres días logran tener un cuerpo escultural, lo que la gente normal tarda un año y medio o dos (¿por que será?).
No todo es el cuerpo de una persona. No todo es su forma de ser. No todo es un juego. No todo es una forma de ver.
El "Deseo" es el cumulo de esencias magnificadas en el momento idoneo, en las que unas tonterías de palabras, una mano suelta que te acaricia sin querer, una pregunta en un momento inesperado, un comentario desafortunado, algo que pasa en ese momento en el que ese cumulo de sensaciones se combinan y a tí te hace enloquecer. En pocas palabras, es como si una alineación de planetas ocurriese en un momento preciso, para que dos cuerpos latentes hagan del tiempo la nada y de un beso su razón de ser.
El quiero y no puedo, casi siempre es un gran elemento en el deseo. Lo intensifica, lo marca de matices, lo hace tan insoportable, que o caes rendido ante la locura de querer tocarlo aunque sea por un segundo o rompes con todo lo que 'Cupido' crea y decides desaparecer.
No puedo decir que no me haya dejado llevar por el deseo...¿quien no lo ha hecho? Es fácil descubrir en tu persona cosas, que no apreciabas de las otras o simplemente cosas que no te conseguían atraer. Un solo segundo, un simple abrazo enciende la llama, un día en el que crees arder. Te quema tu cuerpo, la piel se pone de gallina, estas ansioso por verla, estas ansioso por rozar su piel, ansioso por besarla para que te lleve al desenfreno y que lo único que pueda parar ese sentimiento ardiente llamado "Deseo", sean los huesos y la carne, que no te dejan traspasar a esa persona tan esperada por tu mente y por la parte mas osada del hombre, que no muere en mil batallas por volvértelo a hacer...
No existe mirada tan bella para mí como la de una mujer. Ojos verdes, suave piel, morena, con cara de pilla, dulce perfume y dulce sonrisa traviesa, en mil pecados me hundiría con ella, por una sola hora en la me pudiese perder. Sientes el estallido de tu alma como grita cuando se deshace en tus labios, mientras acaricias sus cabellos, agarras intensamente su cara con la otra mano y el simple hecho de empezar a arder, promueve un sin fin de manoseos. Algunos desorbitados y otros mas discretos pero que en su justa medida hace que los cuerpos se unan hasta llegar a un punto que no exista la ropa, ni el miedo, solo existe la llama intensa de dos persona que no resisten lo que el mundo, los planetas y ese cumulo de sensaciones les ha llevado a cometer.
No existe imprudencia en el deseo, pero si traiciones y daños colaterales que a ninguno les gustaría que le hicieran alguna vez. Somos Jóvenes ilusos, soñadores, con ganas de sexo, con una armadura frágil que no sabemos contener. Si me pides que no haga algo...Lo haré...pues no existe en mí un defecto por el que quisiera ser preso en algún momento, de alguien que no haga sentir a mi cuerpo del más bello placer.
A veces tenemos parejas y no sentimos otra cosa que cariño. No es justo seguir en ese pozo en el que el "Deseo" no existe. Nos conformamos porque creemos que ya no hay tiempo para seguir adelante y conocer a la persona con la que nada te falte. No basta solo dar pena y sentir que si desapareces, la otra parte se hunde. Esto no es egoísmo, es realidad a secas de alguien que cree merece ser feliz. ¿Donde puede caber el "Deseo" en algo muerto de la cabeza a los pies?
De esa persona intensa que si te merezca, además de gran cariño, surge algo tan bello como es el "Deseo", que te hará perder la cabeza en ciertos momentos y en muchos otros dejarte la sonrisa en una cama repleta de posturas y juegos que nunca querrás olvidarte.
El "Deseo" son ascuas en el fuego de la vida...si dejas que se apague, ni con mil incendios intencionados conseguirás hacer que arda, lo que antes ardía sin esfuerzo alguno. El "Deseo" es vida, que necesitamos sentir por las personas que queremos a nuestro lado, sin ello nada bueno puede surgir. El "Deseo" no es una enfermedad, es una sensación irrefrenable que te hace vibrar. El "Deseo" esta lleno de locura, lujuria y pasión y no hay nada que lo pueda superar.
Existe una cadena tan larga y fácil de atravesar que a veces nos asustamos. Dejemos que el sueño de nuestras vidas se cumpla y el deseo salga de nuestros cuerpos y te haga desorbitar.
Desea todo lo que puedas y pierdete en él, no hay nada mas bello que sentir en tu cuerpo un enorme e intenso placer...
Comiendo de tu mano me tienes niña, bebiendo de tus labios un suave licor, me pierdo en tu mirada de pilla y solo cuando nuestros cuerpos decidan, haremos el amor...
1 comentarios:
Cuanta razón primo...snif!
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